Hay días, hay lugares, donde no me reconozco
Lugares profundos, semi-olvidados….
Macilentos rincones donde el aliento
Siempre es de otros…
Hay momentos en que no seré de nadie
Intensos, dolorosos, melancólicos
De un universo coagulado en mi retina…
Y que perduran en el tiempo…
Hay una hendidura en mi piel
Vasta extensión de abismo enloquecido…
Por donde, cada noche,
Se me escurren las palabras…
Sin tocarlas…
Hay días en que la noche no retrocede
No perdona, sella mis labios, pero no mis dedos…
Enturbia la mirada entre compases sordos
Y hace, una vez más, de mi cuerpo, su coartada…
Y contra todo pronóstico….
Sobreviviendo…